En Estados Unidos el 96% de los vehículos nuevos incorporan una caja negra con la función de registrar datos del vehículo para analizar un accidente y "mejorar" la seguridad para futuros sistemas o mejoras de los actuales.
El inconveniente de esto es la polémica que ha generado sobre la privacidad, surgiendo preguntas como: ¿De quien es realmente esa información? ¿Como podrían usar esa información?
Los defensores de los consumidores opinan que los datos se pueden usar contra sus propietarios para descubrir a los causantes de los accidentes o en investigaciones penales.
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