Como siempre hacemos, y empezando por su exterior, el nuevo terminal de Samsung luce una pantalla de 4,5 pulgadas de tipo SuperAmoled y capaz de mostrar una pobre resolución WVGA.
En su parte posterior, completamente a sus espaldas yace una aceptable cámara fotográfica dotada con 5 megapíxeles de resolución, flash LED y enfoque automático. Además, también nos ofrece la posibilidad de poder realizar grabaciones de vídeo en calidad 1080p. Ésta es complementada mediante otra cámara situada en su parte delantera de 1,2 megapíxeles de resolución y cuyo uso está orientado principalmente a la realización de videollamadas.
En el apartado de conexiones cuenta con las ya tan habituales WiFi, así como también bluetooth en su versión 4. Entre sus otras funcionalidades encontramos también acelerómetro, luz, brújula digital, sensor de proximidad y giroscopio.
En lo más profundo de sus entrañas nos encontramos frente a un procesador de doble núcleo el cual es acompañado también con 1GB de memoria RAM.
Un total de 8GB son dedicados a su almacenamiento interno con la posibilidad de poder expandirlos posteriormente mediante el uso de tarjetas microSD.
Una batería de 2000 miliamperios de capacidad nos garantiza una autonomía más que suficiente para rebasar el día entero de uso.
Android 4.1 es la versión del sistema operativo elegida para correr en el terminal.
Aún se desconocen detalles relacionados con su comercialización y se espera que el Samsung Galaxy Express adquiera un precio que rondará entre los 100 y 200 euros en su versión libre. Un terminal de gama media con precio bastante ajustado.
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