El empuje de Windows 8 y Surface hizo que la división de Windows
incrementara sus ingresos un 24% con respecto al último trimestre de
2011.
Sin embargo, la crisis de demanda de PC, la fuerte inversión en
marketing y el cercano fin del ciclo de vida de productos como Xbox 360
lastraron el resultado.
El resultado se vio arrastrado por la crisis de demanda que atraviesa el sector del PC, la fuerte inversión en marketing, el cercano fin del ciclo de vida de productos como la consola Xbox 360, y las propias limitaciones de distribución de una compañía que espera ver los frutos de su renovación en el largo plazo.
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